Y sí rinconer@s os digo que por fin 31 de julio porque llevaba esperando este día desde hace ya varios meses, además de que hago un pequeño kit kat en el curso que estoy haciendo hasta el 1 septiembre, el lunes me voy de vacaciones y aunque prefiero sentarme el domingo, os adelanto que este rincón cerrará una semana, con pena porque me encanta sentarme aquí cada día, pero con alegría de que me voy de vacaciones con mi chico que bien ganadas las vacaciones y con unos amigos que más que eso, son familia.
Como último viernes hasta dentro de dos semanas, hoy no me quiero sentar para hablaros de los estrenos de la cartelera que la verdad sea dicha hay bastantes, pero es que le miércoles os hice un breve comentario sobre la película española A cambio de nada cuando subí de verla del cine de verano, y creo quedado que es el último viernes y que la verdad la cinta merece la pena, he querido dedicarle este último viernes previo a las vacaciones.
La verdad sea dicha que aunque había leído cosas de ella y una compañera de mi clase que tiene bastante buen gusto en lo que al cine se refiere me dijo que la había sorprendido y gustado, la experiencia, el ver, el sentir, ese latente palpito en el pecho y esa mezcla de humor con tragedia tan bien fabricada me enamoró.
Y aunque siempre comparto la sinopsis con vosotr@s, hoy también voy a hacer una excepción, porque me meto en la arena de la cinta y lo que ella provocó en mi, en mis emociones, en mis sentimientos y en esa trabajadora del mundo de lo social que aspiró a ser.
Cuenta con un reparto joven casi desconocido por lo menos para mi, que lo que hace es conducirte por la vida de Darío y su amigo Luismi, pasando por personajes tan lamentables como Caralimpia, por personajes tan magníficos como Antonia esa señora que le enseña a Luismi como el cariño y la soledad mueve montañas, por situaciones tan penosas como son las disputas evidentes y dañinas de unos padres delante de su hijo, por el amor, por la juventud, por la aventura, por el dolor, ese inmenso dolor que nos causa el sentirnos mal con nosotr@s y con el resto.
Es un guante directo al fondo de nuestro corazón y sentimientos, porque el humor en la cinta juega y hace deslumbrar raíces y situaciones que son de todo menos humorísticas, pero ¿Qué bueno y moralizante es el humor, no?
El miércoles os conté su éxito en el Festival de Málaga y mis pronósticos de futuros premios venideros, pero creo que el mejor premio para esta valiente y veloz película de Daniel Gúzman es el haber llegado, el que nos haya hecho sentir y vivir a través de los ojos de Darío y el sentir que las películas son eternas y como tal eternidad la podremos disfrutar para los restos. Y eso es un premio para los que amamos y disfrutamos con el cine.
¿Os la recomendaría? Pues sin duda, lo único que me parece que en carteleras de cines está complicada de encontrar, ya sabéis ese monstruo que es la taquilla que se ventila pelis de calidad en apenas días, pero yo la pude ver en el cine de verano y según he leído estará proyectándose en más.
No dudéis buscar en vuestras localidades a ver si se proyecta y me contáis que os pareció, porque mi momento culmen es cuando yo lo denomino "meter el hachazo", te deja en shock pero con la luz pequeña de la esperanza.
Gracias a Daniel Gúzman por este pedacito de él.
Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)