Siempre que me he sentado en este rincón y os he hablado de obras de
teatro de Shakespeare, siempre os he hablado de su tirón con el público y
la aceptación de éste, hacen que nunca sea un error volver a poner
sobre las tablas las obras de ese genio inglés porque la gente no se
cansa de ver representados esos personajes tan lejanos en el tiempo pero
que cuentan y narran historias que bien podrían pasar y pasan en
nuestro tiempo.
Pero si además os digo que el reparto va desde Juan Diego a Ana Torrent (mi adorada Angela de Tesis), pasando por Asunción Balaguer que va a hacer sobre las tablas de esta obra la nada despreciable y envidiable edad de 89 años.
Pues con todos estos ingredientes me lanzó a contaros que hasta el próximo 28 de diciembre se representa Sueños y visiones de Ricardo III en el Teatro Español de Madrid.
¿Es
posible encontrar la emoción sanadora, allí donde residen las palabras
más dolorosas y terribles? ¿Nos sentimos transportados, fascinados, al
contemplar la devastación total? ¿Qué hay allí, en la frontera entre la
razón y el desvarío? ¿A qué desdadas playas del misterio nos arrojo?
¿Por qué el dolor está tan cargado de hermosas palabras? ¿Es posible
que, en lo más profundo de la tragedia, allí donde el ser humano ha sido
arrastrado por el caos, el miedo, la angustia, la turbación máxima,
sople una brisa depurativa y se escuche una catártica y embriagadora
letanía de mujeres bañadas en duelo? ¿Queda algo tras la devastación
brutal, tras el paso del más feroz huracán emocional? ¿Es posible
encontrar respuesta allí, donde algo se rompió en nuestras entrañas,
allí, sonde habita la enfermedad, el más desgarrador trauma, la
deformación? ¿Es posible encontrar allí, un momento de conciencia total
y definitiva?
Allá
donde flotan los torturados espíritus, allá donde el ser humano se
asoma al abismo, más profundo, roto, profundo, roto, desesperada de
amor, desmadre y de patria, ¿Es posible? ¿Es posible que allá, justo antes de la batalla, encuentres algo que por fin te libere? ¿Es posible, Ricardo?
Esta
obra que creo e intuyo después de haberme leído Ricardo III hace unos
cuentos de años va a ser cruel, dura, rozando el asentimentalismo,
directa, sucia, trepidante, fascinante, vengadora... y muchos adjetivos
más podría poner sobre esta obra de William Shakespeare basada en la
dramaturgía de alguien a quien leo José Sanchis.
Vamos
que esta obra es una de esas obras que se disfruta como una buena comida
o como las personas que les gusta el vino, como un buen vino. Y es que a
sorbitos de ira, de venganza el corazón nos va a dar un vuelco de ver
esa calidad teatral encima de unas tablas.
El precio de
las entradas va desde los 5 hasta los 22 euros y los martes, los
miércoles y los jueves se hace un 25% de descuento en las entradas
compradas en taquilla, así que ¿Nos dejamos llevar por la magia de Shakespeare?
Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)
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