Hace unos días en unas de estas noches en las que la televisión más que entretener apesta (porque no es por nada pero la televisión últimamente no echa nada que merezca la pena), me puse con mi chico una de las películas más divertidas para mi de la historia del cine, una película sin vueltas de guión, entretenida, divertida, amorosa, con un elenco corto pero que sabe dar una vida y un sabor a la cinta que te deja un regusto dulce como un caramelo.
La película de Descalzos por el parque de un tal Robert Redford y una tal Jane Fonda, pinta bien para los que os guste tanto el cine como a mí eh???
Un joven y conservador abogado (Robert Redford) es la quintaesencia de la sensatez y el sentido común. En cambio, su esposa (Jane Fonda) es un poco alocada y sólo piensa en pasárselo lo mejor posible. Ambos se enamoran al instante y se casan de inmediato; pero la dura realidad (un quinto piso sin ascensor, un apartamento como una caja de cerillas) hace que la pasión y la armonía se resientan.
Para mi no es ninguna sorpresa que un guión de Neil Simon sea de un humor delicioso en las que las historias humanas sean más importantes que los cambios de trama... que los seres humanos que conformen la historia tomen un protagonismo muy especial.. además que los protagonistas de éstas sean pocos como mucho cuatro o cinco.
Para mi es delicioso ver como el amor parece que mueve el mundo y que los recién casados están en una nube pero a nada que hay una pequeña confrontación ya se crea un cisma, pero como todo en esta vida creo que es superable excepto la muerte.
Me encanta el personaje de Jane Fonda, una mujer vitalista, entusiasta y que cree que el amor es lo mejor de la vida, ella lo ve todo como el color de un vestido que lleva en la película, de color rosa; en confrontación con el personaje de él, más práctico, más real que da un poco de cordura y sentido de pies en la tierra a la relación.
Estas dos personas están aderezadas con un terrible quinto piso que parece que cuesta la vida subir; con un pequeño y atormentado apartamento; con un vecino vividor pero que sabe sacarle gusto y sentido a la vida y una madre que descubre en ese vecino un hombre que le saca el humor y rasgos que ella llevaba años no dejando ver al exterior.
En definitiva una deliciosa historia en la que las risas, el humor y las moralejas se dan la mano... creo que si no la habéis visto no os decepcionará y a los que sí volver a recuperarla, porque una buena sonrisa nunca viene mal.
Para terminar este espacio dejadme que de las gracias a mi chico por compartir todos estos momentos conmigo, conocerte ha sido lo más bonito de mi vida pero vivir contigo es la aventura más preciada que he hecho... gracias por casi nuestro año de convivencia.
Besos rinconeros, hasta mañana :)
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