miércoles, 22 de septiembre de 2010
En lo más adentro de los sentimientos
Siendo sincera este post de hoy, quería hablaros de la maravillosa película de Mar Adentro, pero según me he sentado, me he puesto a pensar que poner y me he dado cuenta que esto solo podía ser sobre Ramón Sampedro.
Como me imagino que todos sabéis este hombre gallego, cuando tenía 30 años, se tiro al mar y no se dio cuenta de la sequía del mar y debido a la caída se fracturó la columna, la que provocó una parálisis total de cuello para abajo y estuvo 30 años luchando por su derecho a morir dignamente, a tener derecho de decidir sobre lo que quería hacer con ella, y sobretodo y por encima de todo, que al no poder hacerlo el mismo, que la persona que le ayudará no fuera juzgado, ni acusado de ningún delito.
A mi la eutanasia, me parece un tema lo suficientemente serio, como para poder hablar de él con ligereza, pero también creo que existe el derecho por encima de todo de que las personas podamos hacer con nuestras vidas lo que queramos, cuando queramos y donde queramos, mientras no sea hacer daño a alguien y creo que la eutanasia, es un tema que deberían los políticos tratar y escuchar a la gente que esta la situación en la que se encontraba Ramón.
Sinceramente yo no se lo que haría en esta situación pero creo que todos debemos respetar las decisiones que toma una persona en un determinado momento, y creo que Ramón Sampedro, tenía derecho a elegir libremente sobre que hacer de su vida, aunque a alguien le parezca mal, pero esa era su decisión y estaba en todo su derecho.
Yo lo que he leído y he visto sobre él, era un hombre que a todo el mundo que tenía alrededor lo llenaba de vida, a pesar de que el ya no quería vivirla, era un hombre culto, inteligente y con una capacidad de llenar de amor cada cosa que hiciera o dijera, por eso os recomiendo que leáis su libro cartas desde el infierno, que pese a que en su cabeza no desistiera la idea de morir dignamente, sus poemas y cartas están llenas de sensibilidad, sueños y sentimientos que vivía a través de su ventana.
Os quiero poner un poema de él que a mi es uno de lo que más me gusta de su libro que se títula, Amada Mar:
Amada Mía:
tu calma serena y tranquila me embelesa
cuando la luna en la noche tropical ilumina tu cara.
Me trastorna tu sonrisa blanca y rizada;
y embobado sonrío también.
Me enloqueces cuando te agitas y ruges apasionadamente.
Sobre tu ondulada vientre me arrullas y meces como el huracán.
Pareces una erótica y frenética bailarina.
Yo me dijo querer como un vanidoso amante por tus tiernas caricias.
Quisiera penetrar en ti porque adorarte eternamente, mi seductora amante, la mar.
Es precioso verdad, un hombre con unos sentimientos tan puros, tan bonitos, llenos de dulzura, cariño y amor, que hoy quiero dedicarle este espacio con todo el cariño y respeto del mundo porque estés donde estés siempre nos quedará tu lucha, tus poemas.
Ramón gracias por todo lo que nos dejaste porque leer tu libro es como acariciar a un bebe, toda ternura y amor.
Gracias por enseñarnos que hay que luchar siempre por lo que uno cree y no desistir porque con la verdad de cada uno se va a todos los lados.
En definitiva, gracias Ramón.
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