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sábado, 11 de noviembre de 2017

Siempre es buen momento para volver a ver Casper

Os doy mi palabra que no puedo dejar de disfrutar, reír, cantar y emocionarme como una niña pequeña cada vez que vuelvo a ver Casper, quizás en gran media la ¨culpa¨ la tenga que la fui a ver de muy pequeña con mi yayo al cine, lo que hace de ella un recuerdo muy especial.

Pero también cuenta con muchos más ingredientes que me hacen disfrutar como una completa ¨enana¨ de ella:

- Es una película transparente y limpia.
- Tiene un humor que da igual por lo menos para mi los años que se tenga porque siempre te ríes en las mismas escenas, que en mi caso que he visto muchísimas veces.
- El humor dotado con emocionalidad y sentimentalismo.
- Que te enamores en el sentido literal del fantasma.
- La muestra de como el poder y la avaricia pueden romper todo.
- Lo importante y lo que mueve este mundo, muchas veces enfermo, es el amor.

Y así muchos, muchísimos más ingredientes que de hacen de la historia de este adorable fantasma una de las películas de mi vida.


La señora Critteden contrata al doctor Harvey para que libere su mansión de los cuatro fantasmas que la habitan: Látigo, Tufo y Gordy que no toleran a los mortales dentro de la casa y su negro sentido del humor ahuyenta a los más audaces.

Su sobrino Casper, en cambio, es un joven amistoso que está harto de sus tíos. Harvey se presenta en la mansión con su hija Kat, una chica adolescente. Ella y Casper simpatizan inmediatamente, a pesar de que tienen problemas para relacionarse. De Casper huye todo el mundo porque es un fantasma; de Kat también, en cuando se enteran de la profesión de su padre.


¿Por qué de he decidido hablaros de esta película? Pues porque hace unos días en el trabajo decidimos mi compañera y yo ponerla a nuestros ¨peques¨ y la verdad es que fue una total pasada verles disfrutando y riendo a pleno pulmón con algunas de sus escenas.

Porque que importante es en esta vida a edades tempranas y adultas por supuesto el saber reírse y disfrutar de las pequeñas cosas como puede ser ver una película un viernes cualquiera con un plato de palomitas de por medio.

Gracias a los peques porque sin quererlo ellos y ellas me hacen mejorar, crecer y disfrutar de la vida y el trabajo, hacen que todo esfuerzo sea pequeño porque sus risas compensan cualquier desvelo o cansancio.

Me figuro que habréis visto Casper, aunque ya sabéis como dice el título del post de hoy siempre es buen momento para volver a verla.

Muchos besos y hasta mañana :) :) :) :) :)

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