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lunes, 18 de septiembre de 2017

Una de las novelas más redondas que me he leído: Nada de Carmen Laforet.

Hace la friolera de 17 años en el Instituto Beatriz Galindo de Madrid, una profesora de literatura a la que le agradezco que aunque yo ya tenía el gusanito de la lectura en el cuerpo ella lo reventó, porque teníamos como tarea obligatoria durante los trimestres del curso leer: poesía, novela o teatro.

De cada uno de los apartados ella daba a elegir entre dos títulos. Fue cuando llegamos a la novela cuando ella dio a elegir entre dos:

- Nada de Carmen Laforet.
- Cinco horas con Mario de Miguel Delibes.

Yo que soy una lectora inquieta y no me gusta que nada se me quede en el tintero elegí para el trabajo Nada pero al final me terminé leyendo las dos novelas. No recuerdo su nombre pero de verás gracias a esa señora porque pese a los elementos, que no eran otros que adolescentes bastante pasotas, ella se dejaba más que el alma para que leyéramos y pudiéramos abrir nuestra mente al maravilloso mundo de la lectura y ¨viajar sin necesidad de gastar dinero a otros mundos, ciudades, planetas...¨ como ela decía.

Hace unos meses compartí con vosotr@s la relectura de Cinco horas con Mario y ha sido gracias al libro de Mujeres de la posguerra, cudodecidí volver a comprarme Nada, porque el mío de aquella época por más que lo he buscado no lo conseguí encontrar.

Y en este lunes pasados muchos años me vuelvo a sentar para poder compartir la novela más redonda y completa que me he vuelto a encontrar con Nada, qe encima de todo está ambientada en mi amada Barcelona.


Andrea llega  a Barcelona para estudiar Letras. Sus ilusiones chocan, inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que reina en casa de su abuela. Andrea relata el contraste entre este sórdido microcosmos familiar poblado de seres extraños y apasionantes a la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la bella y luminosa Ena.

Finalmente, los dos mundos convergen en un diálogo dramático.

Si Nada destaca por algo es por su prosa fresca y directa como por la delicada y extraordinaria sensibilidad en la recreación de una voz femenina en primera persona. Cuando el libro acaba, el lector tiene la seguridad de poder encontrar, al volver la esquina, a una muchacha pálida y triste, con toda la fuerza de su juventud condensada en el mirar. 

Es Andrea, absorta, queriendo algo, sin saber el qué. Como el resto de los protagonistas, ha nacido a la vida real por un prodigio de la creación artística.

Sinceramente creo que uno de los grandes logros de esta novela es el brutal realismo de la posguerra española que encontramos en él, en un tiempo en el que no era fácil escribir bajo una censura férrea. Como se nos va haciendo partícipes de espacios, personajes, tramas, realidades, banalidades, ansías de libertad, sometimiento femenino, sueños por cumplir, sueños frustrado, sueños inesperados...

Todo en ella es finura, delicadeza, sensibilidad y una tremenda dureza, porque las cosas que ve, oye y siente Andrea durante el tiempo en el que transcurre la novela es de traca. Enseñándonos como a pesar de la época, ella demuestra ser una mujer con un carácter fuerte escondido tras la pobreza y unos objetivos en la vida claros, vislumbrando la libertad femenina que no llegó a España hasta tiempos de la democracia.

En la novela vamos viendo el avance en Andrea desde la primera vez que entra en la calle Aribau hasta que termina la novela, tanto a nivel personal, como psicológico o inclusive social.


¿Habeís leído Nada? ¿Qué os parece? ¿No la habéis leído?

Por favor si tenéis la oportunidad o una biblioteca pública cerca, no dudéis en haceros socios o socias y coger esta novela que además fue la primera en ganar el Premio Nadal de Literatura. Por lo que su importancia fue enorme, dado que era el primer Premio de este certamen y ¨encima¨ se lo llevó una mujer.

Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos con más pero no se si mejor :) :) :) :) :)


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