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domingo, 27 de agosto de 2017

Estiu 1993 - Verano 1993: bonita, sincera, elegante, delicada, hermosa, natural...

Buenas tardes rinconer@s trataba de buscar una palabra corta que definiera la película de la que me siento a hablaros en este nublado pero por lo menos en mi casa caluroso domingo, pero me es muy difícil porque cuando pienso en ella solo me salen adjetivos calificativos bonitos, porque sin duda Estiu 1993 o Verano 1993 es una de las películas más bonitas que he visto en años.

Intento ver bastante cine y hay películas que me gustan de principio a fin pero es que esta ópera prima de Carla Simón es un bombón, desde que vi Requisitos para ser una persona normal y eso que en nada se asemejan no disfrutaba tanto de una película, de cada escena, de cada diálogo, de cada palabra no dicha, de cada mirada que traspasa la pantalla de Laia Artigas y como a través de ella vamos descubriendo esa nueva vida a su alrededor.


Y todos los recuerdos bonitos que me traía la película, porque como único spoiler os diré que la película está ambientada en los años 90. Ay!!! dichosos años en los que nacimos en esa generación veíamos el mundo pasar de forma lenta sin darnos cuenta que cada día que pasaba se acercaba más a nuestros años adultos.

Estiu 1993 cuenta en su recorrido festivalero con premios como:

- La mejor ópera prima  en el Festival de Berlín de este año.
- La Biznaga de Oro en el pasado Festival de Malaga.

Y como reconocimiento reciente esta en la terna junto con Los últimos de Filipinas y Abracadabra para representar a España en la siguiente Gala de los Premios Oscar de Hollywood.


Pero ¿De qué va la película?


Frida, una niña se seis años, afronta el primer verano de su vida con su nueva familia adoptiva tras la muerte de su madre. Lejos de su entorno cercano, en pleno campo y en compañía de sus nuevos padres y hermana, la niña deberá adaptarse a su nueva vida.

PUNTOS MUY FUERTES DE LA PELI:

- La delicadezae, el mimo y la inocencia en el que se nos va mostrando la trama, a través de los ojos de una niña que nos va guiando por su nueva vida, entorno, familia, recuerdos...
- El lugar elegido, en plena naturaleza, un acierto y una delicia para el ojo.
- Las cosas que cuenta, cómo y la manera, sin sobresaltos, con ternura, con paciencia y me reiteró con delicadeza.
- La niña. Una máquina de hacernos soñar, y su fiel compañera, la otra hija de la pareja, entre las dos han conseguido encogerme más el corazón que cualquier dramón de fin de semana. Eso si también me han hecho sonreír, reír e inclusive llorar con su naturalidad y frescura, porque de verás parece que no están grabando una película sino que solamente andan jugando detrás de una cámara.


- Los padres, como son testigos indirectos de esta nueva vida, como sus aparición ni entorpece ni ensombrece la película. Me gusta mucho el trabajo fino y sutil de Bruna Cursi a la par del carisma y cariño de David Verdaguer.
- Lo que hay detrás de la trama, lo que se nos deja ver de reojo, sin entrar en detalles innecesarios y que en nada ayudarían al trascurso de ella. Que denotan la gran incultura y vacío de información que había en España en relación a algunos temas.
- Una conversación entre Bruna Cursi (madre) y la niña casi al final, son de esas que se te clavan.
- Una banda sonora muy bien elegida, que en nada busca la emoción porque esta la dan los diálogos y las miradas de los protagonistas.
- Un guión muy inteligente y bello.
- Por ponerme un poco técnica, unos planos cortos que nos hacen estar prácticamente dentro de esa casa de campo donde reside familia. Esos planos donde los ojos de Frida son los protagonistas.
- Ese ambiente tan catalán que envuelve la película que a mi particularmente me gusta mucho.


- Esos recuerdos tan bonitos que me ha devuelto de mi infancia: bailar en los pies de alguien, ver dibujos de la época, Cobi, los juguetes, el vestuario, la ropa interior que llevan las niñas que reconozco como mía.... una película perfilada y medida para que en nada desentona y cada detalle es simplemente una suma de ingredientes para hacer de ella sin duda una de las mejores películas de este 2017.

La avecinó y le auguró un buen futuro en la carrera a los Premios si de una buena vez los Académicos demuestran que los Premios deben llevárselos aquellas cintas que da igual su factura sino su calidad.

UN ACIERTO:

Haberla visto en catalán, porque al igual que os comentaba ayer que ver Incierta Gloria en castellano me la había despedazado, ver Estiu 1993 en catalán lo único que hace es que percibas, sientas y vivas más la película.



UNA PENA: 

La poca distribución de ella en salas de cine, yo he podido verla en su reposición en los cines Renoir de Madrid, porque cuando la estrenaron (que por cierto duró nada y menos en cartelera) me coincidió con mucho trabajo.

Por favor que se apueste por buen cine no por grandes presupuestos, porque películas como ésta lo único que hacen a la gente es bien.

¿La habéis visto?

Gracias a la directora, Carla Simón, por mostrarme que el gran cine, ese que llega, que lo sientes como algo propio, con el que te emocionas y disfrutas no depende del presupuesto ni del dinero, sino de una historia bien contada. Porque en las cosas más pequeñas encontramos el arte de verdad. Mucha suerte en la carrera que le queda a la peli y en las que vendrán que espero por nuestro bien que sean muchas.


Muchos besos rinconer@s y hasta mañana, espero que hayáis disfrutado de este finde homenaje al cine catalán tanto como yo he disfrutado viéndolo y escribiéndolo.

:) :) :) :) :)

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