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miércoles, 26 de abril de 2017

Siempre es buen momento para volver a ver La casa de los espíritus

¿Qué el libro es muchísimo mejor que la película de la que me siento a hablaros hoy?

Sin ninguna duda, pero la verdad es que si dejamos la novela de Isabel Allende a un lado, La casa de los espíritus tiene muchos ingredientes para tenerte 138 minutos pegada a la pantalla.

En Semana Santa en uno de los canales del tdt y por casualidad pille la película que acababa de empezar y así sin querer me atrapo y la vi hasta que terminó dejándome siempre el mismo sabor de boca:


- Los errores a la larga se pagan, pero puede ser que no lo haga quién los cometió sino otro u otra persona inocente.
- Da igual los siglos que pasen, las guerras son una constante en los siglos pasados, presentes y esperemos que no venideros.
- El poder ciega.
- Los celos son una enfermedad.
- El rencor es de las peores enfermedades que existen.
- El amor puede derribar muros y derretir los corazones más fuertes.
- ¿Por qué no creer en la capacidad de alguien de ver más allá?

Además que tener un reparto tan internacional también te hace pegarte al televisor, y eso que las críticas que he leído de ella la echan por los suelos, yo os diré que por supuesto y reitero dejando de lado el libro, es una buena película.


La película nos narra la historia de la familia Trueba, una turbulenta familia chilena de clase alta que, durante tres generaciones vive los cambiantes acontecimientos de su país. Con su violento patriarca y sus mujeres clarividentes, la historia familiar se extiende desde finales del S. XIX hasta el golpe de estado que derrocó al gobierno legítimo de Salvador Allende en 1973, sin olvidar con la "estimable ayuda" de EEUU.

Una historia dura donde la violencia tanto explícita como implícita es brutal, donde el cuerpo y el estómago hay momentos que se te hace un nudo y no solo por lo que estás viendo sino porque sabes que eso ha sido verdad y ahora mismo puede estar pasando, por ejemplo en países como Siria, en el que bajo el paragüas de la guerra hay carta libre para cometer las mayores atrocidades.

Una pega que le pongo a la película y aunque el reparto me fascina empezando por el señorial Jeremy Irons y terminando por la inocencia de Winona Ryder, si es una historia de personas chilenas ¿Por qué no hay chilenos y chilenas como protagonistas, salvo los que dan vida a los nativ@s? 


¿La habéis visto? ¿Que os parece?

Yo creo que en breve rescataré esta novela que tardé años en leerme porque mi madre decía que era muy joven para su lectura, pero hasta que no la terminé no vi el film, y reiteró el libro es cien mil veces mejor, pero la película no está nada mal para la tarde de un domingo.

Además que estas historias nos recuerdan nuestro pasado no tan lejano, para no olvidarlo y lo que es primordial, no repetirlo.

Muchos besos rinconer@s y hasta mañana con más y espero que mejor  
:) :) :) :) :)

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