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lunes, 27 de marzo de 2017

Abriendo y cerrando puertas. Siendo sincera. Respirando

¿Qué tal el fin de semana rinconer@s? El mío muy tranquilo con nuevas rutinas, nuevos hábitos, con mi chico currando y la verdad deseando que llegará hoy 27 de marzo ¿Por qué? Pues creo que más adelante os lo diré pero hoy es un día deseado desde hace meses y que cumple un sueño de mi vida y es tener un nuevo título además de hija, nieta, prima, sobrina....

Y nada mejor para celebrar este día con vosotr@s que aunque me sorprenda mucho me leéis más de lo que esperaba hace casi siete años, por eso hoy este 27 de marzo de 2017, Día del Teatro, mi amado teatro, me quiero sentar para compartir un espacio muy íntimo, muy mío, muy personal.

Porque o hay nada como verbalizar las cosas para tratar que dejen de doler, de dañar, de herir.

Hace unos meses cuando me quede sin trabajo y todo ese cuento de la lechera que yo me había montado fueron muchas las cosas que se vinieron encima de forma implacable y casi sin poder hacer nada:

- No poder estudiar para poder pagar las deudas que una persona dejo en la vida de mi madre y mía, y que gracias a mi chico y mucho esfuerzo estamos pudiendo solucionar.

- Verme en mi casa de toda la vida, pero con una nueva cara, una nueva imagen, pero todavía entre sus paredes encontraba demasiado dolor, demasiadas lágrimas, demasiados malos recuerdos y momentos vividos en ella.

- Verme si actividad laboral a la vista, y es que por mucho que he buscado y he echado, sigo sin trabajo y eso que soy una mujer a la que mi madre la ha educado a poderse mantener por sí misma y no depender de nadie, por eso mismo es un lastre demasiado fuerte que pesaba y sigue pesando. Y aunque puede que en días cambie esa situación, todavía prefiero no decir nada no se vaya a gafar.

- Darme cuenta que llevaba muchos meses sin hablarme con alguien que ha pertenecido a mi vida durante muchos años. Y es que el año pasado decidí después de muchos años cortar la relación con mi padre.

Y aunque es una decisión muy meditada y acertada para mi y mi salud, la verdad es que duele, el pensar qué ha pasado, cómo se ha llegado a este momento, sí se podría haber evitado. Y la gran pregunta llegaba ¿Esto es irreversible? Por desgracia, por mi salud y mi felicidad lo es. Pero para que engañar es un tema que sigue doliendo y que sigue provocando muchas lágrimas y malos ratos.

- El verme peor con la espalda y con unos problemas estomacales muy fuertes que no me han dejado llevar una vida casi normal durante los últimos meses.
Pero es que por desgracia la enfermedad crónica que yo tengo, es muy emocional y capulla. Es decir, que contra más triste o preocupada, más dolor, más brotes, más malas noches de insomnio, más malos despertares, más malísimos días.

Parece increíble pero el poder de la mente en nuestro cuerpo es más fuerte que una enfermedad, la cabeza es una herramienta que va por libre y si no la ponemos coto y tratamos de controlar puede llevarnos a situaciones como la que yo llevaba viviendo desde el mes de diciembre.

Hace unas semanas cuando fui a la Unidad del Dolor en el Hospital Ramón y Cajal (por cierto todo mi apoyo a su lucha porque la Sanidad no se debería ni mirar para recortar), me encontré con una cruda realidad que no quería admitir en voz alta, y es verme en el espejo y no gustarme, verme fea, verme una inútil, verme gorda, inclusive hasta darme asco.


¿Pero de todas esas afirmaciones que me digo, alguna es cierta?

La del peso debo ser sincera y es verdad, que desde que me quede sin trabajo abandoné el ejercicio que hacia en casa y en muchas ocasiones me he abandonado a la comida, lo que me ha hecho coger más peso del que mi espalda puede soportar.

La fealdad, hombre no soy Naomi Campbell, pero si creo que soy una persona resultona, y siempre aunque suene a frase hecha he admirado más mi interior que mi exterior. Pero es que daba igual que ponerme: con gafas, sin gafas, con vestido o mallas, me veía horrible.

Y ese sentimiento de asco es que el que me hizo un click en la cabeza que me estaba llevando a un pozo sucio, me hizo reflexionar sobre que había llegado el momento de cambiar mis rutinas y ponerme manos a la obra de recuperar la sonrisa total y que mi mente encuentre claridad. Porque detrás de las risas y buenos ratos con la gente que quiero hay tristeza y oscuridad.

Y esa oscuridad es algo que no quiero permitir que vuelva a invadir mi vida como ya hizo hace nueve años, cuando levantarse cada día era el acto más difícil.

Aunque hace unas tres semanas ese ánimo va a mejor, quiero compartir con vosotr@s cuáles son las cosas que estoy haciendo para recuperarme, porque por no encontrarme bien, estaba hasta dejando de leer, y eso si que no lo podía permitir.

1. Madrugar y aprovechar el día, porque en breve las tardes las tendré ocupadas y no quiero que mi vida sea algo sedentario.

2. Volver a la piscina, algo que os debo admitir que me cuesta horrores, porque dentro de mi sigue viviendo una Natalia acomplejada, entonces todo lo que consiga hacer sola sin la compañía de nadie me lo valoró y me lo refuerzo.

Todavía después de tantos años me miró la nariz y recuerdo los chistes de compañeros y compañeras de clase sobre ella, sobre mi forma de pronunciar la "r".... y es una pena que aunque no es la misma medida me sigue acompañando y dañando.

3. Apuntarme a un gimnasio.

Mi única experiencia en un gimnasio fue hace más de 10 años que me apunte lógicamente con la compañía de dos amigas, porque eso de ir sola, ni me lo planteaba.

Pero estoy yendo y estoy yendo sola, por las mañana como mucho a las nueve y media ya ando allí metida, metida en una rutina en donde no dañe ni mi espalda ni a mis maltrechas articulaciones y además pierda peso.

Y lo que más me sorprende es que no me está costando, no me está dado más vergüenza de la necesaria, y lo que es mejor me está dando una adrenalina y una felicidad que a mi vida le hacia falta.

Tampoco os voy a engañar ando agotada, vamos que no hay noche que como mucho a las once no ande dormida como un tronco, pero los beneficios para mi cuerpo y mi cabeza están siendo muy positivos.

¿Para apuntarme al gimnasio ha primado la estética a la salud? Pues hombre tampoco os voy a engañar si este año me voy de vacaciones con unos kilos de menos, estaré más feliz que una perdiz, pero mi cuerpo no anda tan dolorido y mi estómago parece que se va rehabilitando poco a poco.

4. Abandonar la Coca Cola o sus marcas blancas, y esto rinconer@s me está costando la vida misma, porque desde muy jovencita solo bebía eso y cuando el cuerpo está acostumbrado a algo es difícil quitárselo. También es verdad que de vez en cuando (cada vez más espaciados) me permito una, pero no quiero que esa bebida sea mi modo de nutrirme.

5. Llevar una alimentación más sana, que no una dieta estricta.

Y es que os prometo que soy incapaz de hacer una dieta estricta, me es muy complicado, me desanima, me cambia el carácter, me hace estar muy enfadada muy enfadada o muy triste muy triste.

Así que ¿Qué hago? 

Pues tener en cuenta lo que como, comer cosas a la plancha, meter más verduras y pescados a mi alimentación, hombre también es verdad que a ternera hace meses que la como, pero si es verdad que he tomado conciencia de lo malo que era el picoteo de la media tarde y como ésta estaba dañando mi espalda, mi vida, mi ánimo, hasta mi cara.

6. Tratar de intentar y ser feliz.

Estoy cansada de que cada cierto tiempo haya opiniones ajenas que lo único que hacen es hacerme daño a mi y a mi relación, así que he tomado la actitud  de que solo me importe la opinión de la gente que me quiere y me conoce de verdad. Y sobre todo que la opinión que más preocupe sea la que tengo yo sobre mi misma.

7. Tratar de reconciliarme con mi pasado y aquellas cosas que me dañaron y me siguen dañando. Esto quizás es lo más complicado de hacer, pero con sinceridad, poniendo a las cosas su nombre y dejándome el lujo de llorar y verbalizar. Pero sobre todo dejar que mi lado racional trabajé más que el emocional, porque como os he dicho antes lo emocional en mi vida afecta a mi salud de forma brutal.

8. Solo estar con gente que realmente me apetezca y cuando me apetezca.

9. Cuidar de mi chico y que sienta cada día que es la persona más importante de mi vida. Que cada día cuando llegué a casa después de todo el día trabajando lo que vea sea una sonrisa en mi cara.

El refrán dice "que donde hay confianza da asco", y que gran verdad lleva aguantando meses con la mezcla de mal humor, lágrimas, tristezas, traumas, y he decidido que sienta cada día lo feliz que me hace, lo mucho que le quiero y que mi vida con él es feliz.

Ahora parece que me he puesto dramática, pero creo que hay parejas que cuando llevan un tiempo se olvidan del otro u otra porque lo sienten como algo fijo, y eso es algo que nosotr@s no consentimos, hay que enamorar al otro u otra cada día, hay que decirle que se le quiere, que se le admira, que se le necesita, que se le desea, que te excita....

10. Bajo ningún concepto dejar de escribir, es verdad que a lo mejor la vida y las rutinas puede que me lleven a no poder escribir todos los días, pero tratar de hacerlo porque da igual de que escriba: cine, teatro, libros.... lo que escribo me beneficia porque me hace sentir bien, útil, y pensar que alguien me lee me hace sentirme hasta "importante", puede parecer absurdo pero es cierto.

11. Decirle a mi madre todos los días que la quiero, porque ella es la maestra de mi vida, me aguanta lo que nadie en este mundo y siempre lo hace con una sonrisa en la cara y amor.

Que difícil es ser sincer@ con un@ mism@, pero que sano es tanto para la mente, como para el cuerpo, como para el espíritu, como para el ańimo, ese ánimo mío que yo andaba machacando y mal tratando.

Opino que no hay mejor terapia que la sinceridad y el dejarse mostrar, esta que hoy escribe es como ando yo últimamente y no hay nada como ponerle nombre a las cosas, para asumir que podía empezar a tener un problema serio y feo que ni le quiero ni le necesitó porque la vida, el día a día es muy bonito como para perderlo por no poner remedio a los problemas.

Otra de las cosas que me ando planteando es volver a escribir un diario, para así pasado unos meses o un año ver en que punto comencé y en que punto ando, no se quizás esa escritora compulsiva que llevo dentro pesa muchísimo.

Gracias por dejarme ser sincera y sobre todo gracias por leerme alguno o algunas cada día.

No es la primera vez ni será la última vez que comparto esta canción que tanto me gusta y me ayuda, pero es que lo que dice es verdad, siempre después de la tormenta termina saliendo el sol.


Millones de besos y mañana nos vemos con más y espero que mejor, aunque no se si más sincero que este post de hoy.

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