Hoy me siento a hablaros de una película que muestra sin pudor y sin tapujos la podredumbre humana. Porque hay muchas veces que nos dan grima o inclusive asco animales o bichitos como las cucarachas o las ratas callejeras, cuando entre nosotros y nosotras tenemos seres humanos mucho más nauseabundos, capaces de realizar actos vomitivos sin tener conciencia y tener en cuenta que se puede hacer daño a otros u otras, porque su beneficio económico es lo único que prima.
El clan se basa en el caso policial del Clan Puccio, que conmocionó a la sociedad argentina a principios de los años 80. Tras la aparente normalidad de la familia Puccio se oculta un siniestro clan dedicado al secuestro y al asesinato.
Arquímedes, el patriarca, miembro del Servicio de Inteligencia desde la dictadura, lidera y planifica todas las operaciones.
Alejandro, el hijo mayor, estrella de un club de rugby, se sirve de su popularidad para no levantar sospechas. Los demás miembros de la familia son cómplices en mayor o menor grado de los crímenes del clan, y viven de los beneficios obtenidos de los rescates que pagan las familias de lo secuestrados y secuestradas.
Si hay un cine que muestra sin pudor alguno tanto sus luces como sus sombras es sin lugar a dudas mi admirado cine argentino, son los primeros en realizar auto crítica tanto de su historia, como de sus actos, como de sus personas, sus formas de vivir... y eso hace de ellos un cine auténtico, un cine que llega porque es real, directo, sin complejos, que además cuenta con unos actores y unas actrices que en mi opinión junto con ingleses y españoles son de los mejores.
Iba detrás de verla desde hacia tiempo pero no fue hasta la semana después de la Navidad cuando me la recomendaron mis cuñad@s cuando mi chico y yo nos sentamos tranquilamente en casa, a ver una película de la que no habíamos leído ni la sinopsis y que nos dejo de piedra, por su dureza, por su crueldad, por la falta de escrúpulo y de vergüenza, porque esta historia no es solo una película sino que ha sucedido de verdad... y sobre todo porque el final es tan inesperado como abrupto.
Una película en donde hablan más las caras que las bocas, donde las caras expresan ese miedo, odio, asco, intransigencia, mejor que decirlo de boquilla.. Esos ojos azules del actor que hace de Arquímedes son mucho más potentes que todas las palabras del mundo.
Después de El secreto de sus ojos y Relatos Salvajes, El Clan ha sido la película argentina más taquillera de su cine, que nos plantea una gran pregunta ¿ES alguien inocente de ser cómplice de un delito cuando oyó los gritos procedentes del sótano?
Muchas veces no hace falta ser la mano ejecutora sino tener los oídos sordos para ser más cómplice inclusive que él que dispara.
¿La habéis visto? ¿No? No encuentro mejor película con la que comenzar a hablar de cine e este 2017, si os gusta películas como El Padrino, no dejéis de ver El Clan, porque hay ocasiones en que la familia no es el mejor ejemplo a seguir.
Hasta mañana rinconer@s :) :) :) :) :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario