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lunes, 12 de diciembre de 2016

Adicta a los bolis, a los cuadernos.... no hay nada como escribir a mano

Creo que en la época de los cambios digitales por hora,
... en el que la tecnología ha tomado una importancia vital en nuestras vidas,
... en que un móvil se queda obsoleto en segundos,
... en los que no tener whatsap o redes sociales se te puede considerar un bicho raro,
... en los que no saber usar un ordenador ya eres considerado de otro mundo.

Creo que en esta época soy un bicho muy raro, porque sí rinconer@s tengo whatsap, redes sociales, me se manejar con un ordenador, tengo móvil nuevo desde el mes de agosto (eso sí más por obligación que por devoción), pero sigo sintiendo que aunque el ordenador es más rápido, una de las cosas que más me puede gustar en el mundo es escribir a mano, a boli.


Sí es muy fácil sentarte delante del ordenador y teclear palabras que te salen, pero a mi las más sinceras, las más auténticas, las que llevan mas parte de mi esencia, salen de mis manos en muchas veces cansadas e hinchadas por culpa de mi enfermedad.

Hay una canción de Amaral que me encanta que comienza diciendo: "sin ti no soy nada una gota lluvia mojando mi cara..."


Yo os aseguro que yo no soy nada si no llevó encima siempre un boli y un cuaderno pequeño o la agenda, sí soy quizás demasiado organizada, pero es que puede haber frases, sensaciones, palabras que me vengan a la mente estando fuera de casa y es una pena que luego se me olviden, porque de esas frases salen mis mejores post de este blog. Mi chico dice que muchas veces soy muy cansina porque cuando una película o un libro acaba y me han taladrado, siento la necesidad compulsiva de ponerme a escribir sin pensar, sin razonar, solo aquello que en ese momento me venga, porque esas primeras sensaciones, emociones y sentimientos son los más puros y verdaderos que salen de mi cuerpo.

Quizás pensareis y ¿este blog? Bueno pues os contaré un secreto tengo varios cuadernos:

- Uno de recetas, que hace unas semanas os hable de él.
- Uno de frases que leo o me vienen y siento la necesidad de guardarlas en ese cuaderno.
- Otro de apuntes de cursos que hago o he hecho, porque mucho internet pero nada se te queda mejor en la cabeza que no haya escrito previamente.
- Y otro muy importante que es el de este blog, uno azul grande, que me compré en unos almacenes de Madrid que recientemente ha cerrado toda sus tiendas.


Este último cuaderno es donde voy a apuntando y escribiendo cada película que veo, cada obra que encuentro, cada libro que leo, cada receta que cocino, cada anécdota personal que me gustaría compartir aquí con la gente que clickais y leéis esto. Cada cosa que escribo en este blog, previamente ha pasado por mis manos y por ese cuaderno azul que en este momento ando escribiendo en sus páginas.

En este momento es azul, para ha sido naranja, rojo, ha habido cuadernos que me han regalado con publicidad o cuadernos regalo de gente que me conoce y sabe lo muchísimo que me gusta escribir. Pero igual de cuadernos os habló de bolígrafos, son mi regalo favorito, mi fiel acompañante.

Yo siento que esos cuadernos, que esos bolígrafos con los que escribo tienen alma, porque llevan parte de mi, quizás la parte más íntima, la Natalia más de verdad a la que en muchas ocasiones me enfrentó, porque han sucedido cosas personales en mi vida complicadas que he sido incapaz de verbalizarlas pero que a través de mis manos y de las palabras que escribía he conseguido poderle poner nombre a determinadas cosas, poder llorarlas y así poder mirar hacia adelante.

No se rinconer@s si a vosotr@s os gusta escribir, pero yo hace muy poco recuperé un diario del año 1991 que me trajeron los Reyes Magos en mi casa y que no deje de escribir hasta el año 2000. Cuando lo recuperé y me puse a leerlo vi claramente cuáles y quienes eran los problemas de mi joven vida y como había habido cosas cíclicas que debía por higiene mental cortar, porque llevaban haciéndome daño muchos años, muchísimos.

Hace años pase una de las peores rachas de mi vida, en dónde la cabeza iba tan libre y le había dado tanto poder que mi cuerpo y mi persona estaban muy enfermos. Sufrí una depresión muy fuerte que me fue muy difícil sacar de mi, y que a día de hoy después de ocho años sigo muchas veces rondando mi cama y vida, pero hubo un psicólogo con él que hable que me dio el mejor consejo que podrían dar a una escritora compulsiva, "Natalia coge un cuaderno y un boli y escribe todo lo que te pase por la cabeza, no lo censures, no lo filtres, no lo leas hasta la semana que viene que vengas".

Y oye a mi me hizo mucho bien leer aquello que no quería decir en alto, me ayudo a perdonarme, a sanar y a sonreír a la vida.

Sí vivimos en una época donde vamos para aquí y para allá, donde la tablet, el móvil y los ordenadores con parte de nuestro día a día, por favor no nos olvidemos de lo que vale un buen cuaderno y la importancia de un bolígrafo en la mano son unos buenos y fieles acompañantes.


... Ojala nunca pierda esa cara de curiosidad detrás de mis enormes y preciosas gafas,
... Ojala nunca pierda esa escritora compulsiva que llevo en cada cacho de mi piel
... Ojala nunca deje de lado a esos cuadernos y bolígrafos, porque perderlos sería perderme a mí misma, y eso es algo a lo que no estoy dispuesta.

Mis cuadernos, mis bolígrafos y yo nos despedimos hasta mañana no sin antes mandar un mensaje a unos amigos que este fin de semana han cumplido un sueño y que hoy he tenido la suerte de conocer :P.

Felicidades chicos, os quiero mucho ya a los tres.


Muchos besos :) :) :) :) :)

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