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sábado, 5 de noviembre de 2016

Natalia cocinillas está aquí para quedarse

Yo era de las que pensaba que la cocina era un espacio de la casa que no era necesario para mi y lo huía como la peste porque primero me da miedo quemarme :) y sobre todo porque además de ser muy "cagaprisas", tengo en cada cosa que hago un nivel de exigencia muy alto. Entonces me da "respeto, miedo, pudor" tirarme horas en la cocina preparando algo de comer y luego no sea comestible.

Claro que vengo de una familia en que mujeres como mi tía Maruja y la madre que me parió, cocina de volverte loca. De volverte loca porque no hay sabor más bueno en este mundo, que la fideua de mi madre, con un olor y un sabor que sabría identificar de miles de ellas que me pusieran delante de mi.


En el año 2012 cuando mi chico y yo nos independizamos nos vimos en la situación de "o cocinamos o nos morimos de hambre", hombre también debo ser sincera y admitir que a mi chico además de que la cocina le encanta, también viene de una casa donde su madre cocina de p.m.

Pero esa primera independencia, la cocina o solo pensar en meterme en ella me generaba estrés, apatía, mucha responsabilidad, vamos que la pise lo justo y solo para cocinar como digo yo "cocina de subsistencia", exceptuando mi arroz, que por cierto me sale de lujo :P

En este segunda y esperemos que definitiva independencia, ha sido donde he descubierto y me he volcado en esa estancia de mi casa, desconocida, nueva ya no solo por los muebles porque es la cocina donde me crié y yo nunca había cocinado porque mi madre era la dueña y señora de los fogones. Pero mis incursiones y mis pequeños logros, han sido de gran ayuda en días malos que estoy viviendo en los últimos tiempos.

La falta de trabajo, la falta de autoestima, un mesecito de octubre bastante horrendo en cuanto a mis problemas con la espondilitiss, pero ahí fuego a fuego, y cacerola a cacerola, he ido descubriendo un mundo totalmente desconocido para mi, pero que a medida que han ido pasando los días (ya va camino de tres meses que estemos en nuestra casa) he encontrado el refugio donde experimentar y subir esa autoestima dañada con la que me veo.

Tampoco penséis que he hecho lo más grande allí, pero he descubierto en mi varios detalles que me gustaría compartir con vosotr@s:

- Apreciar y valorar las cosas que voy haciendo, eso sí con un nivel de exigencia en muchas ocasiones in sano, pero ir valorando cada pequeño paso: poner el fuego, freír algo de comida (cosa impensable en mi porque me da un miedo atroz quemarme), hacer unos huevos duros, descubrir sabores muy míos.

Antes os he comentado que la fideua de mi madre es de esos platos que reconozco en cualquier lado, pues me está gustando el descubrir que hay platos que llevan mi sello, mi sabor personal. Y eso me hace sentirme muy bien.

- Añadir a las tristes ensaladas, otros ingredientes que hacen de ellas platos muy completos y deliciosos. Porque para mi la ensalada se basaba en lechuga y tomate. Pero ahora he descubierto, las diferentes lechugas que usar, que tomates poner en cada ensalada, elegir si poner fruta o algo de pavo o pollo, que tipo de queso casa bien con los demás ingredientes.

Vamos que hacer una ensalada no era algo tan sencillo como yo había habituado en mi vida, la ensalada es algo delicioso, sano y que puede llevar un sello muy personal.

- Descubrir que puedo tener paciencia en el habitáculo de la cocina. Yo que siempre me andaba estresando con que ingredientes poner y en qué momento, ahora disfruto de cada momento del proceso de elaboración y porque no, ir probando cómo va quedando :P

- Demostrarme aunque pueda sonar tontuno, que se  puedo hacer unas lentejas, y no son iguales que las de mi madre, pero son las mías, y están muy buenas.


Nunca pensé hacer una sopa castellana, o verme inmersa en la preparación de una tarta de queso, o simplemente darme el gusto de hacer unas tortitas, pero ahora me veo dispuesta, me gusta, me relaja, hace que durante el tiempo de cocinar mis problemas o terrores queden a un lado porque lo único que me importa es disfrutar de cada momento de cocción, y porque no decirlo, no se me da nada mal.

Entre mis próximas incursiones culinarias se encuentra el hacer un cocido y croquetas.... vamos que ando retrasando el momento de ponerme porque tengo miedo, pero se que más antes que después el momento va a llegar y el resultado no va a ser lo más importante, sino que todo el proceso porque lo voy a disfrutar.

Vamos solo deciros que tengo un cuaderno en casa que lo estoy dedicando a poner de mi puño y letra las recetas que voy haciendo :)

¿Os gusta la cocina rinconer@s? ¿Alguna idea, plato o postre qué me recomendéis? ¿Qué sois más de cocinar o de comer?

Natalia cocinillas está aquí y la verdad creo que ha llegado para quedarse en mi vida, porque ésta siempre debe tener un sabor rico, y para que exista hay que dárselo.

Que disfrutéis del finde y mañana nos vemos :) :) :) :) :)

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