Ha habido gente que cuando le he dicho esto me han contestado "anda rica que ya eres bastante mayorcita", "lo que tienes que hacer es madurar", "como se nota que eres hija única y te han consentido mucho". Siempre que me han dicho frases como éstas he pensado "Que pena".
Porque ¿Qué hace un niño o niña cuando son pequeñ@s?
Jugar, ir al colegio, estudiar, comenzar a formar su carácter, a lo que yo añadiría soñar: Quien no hemos dicho cuando eramos pequeñajos, cuando sea mayor voy a ser jueza, ingeniero, bailarín, actriz.... Vamos yo decía que sería la primera presidenta del Gobierno de este país :P
Esos sueños son los que marcan nuestra vida porque con ell@s siempre presentes, son lo que nos guían y nos dan fuerza para poder conseguirlos o lucharlos cuando seamos adultos.
¿Cuáles era vuestros sueños de la niñez? ¿Los habéis cumplido? ¿Por lo menos lo habéis intentado?
Uno muy importante que ha guiado mi vida fue que quería estudiar teatro y lo conseguí y en la escuela dónde llevaba fantaseando desde los 16 años. Otro era escribir y aunque trato de aprender día a día, lo conseguí hace seis años y medio cuando una noche de desvelo abrí este rincón que comenzó con el nombre de detounpoquito. Otro de los sueños de la Natalia era poder pintarse las uñas y lo conseguí con mucho esfuerzo.
Ya siendo más mayor soñé con volver a estudiar, y lo seguí y seguí hasta que lo conseguí.... Y que bien sienta cuando se cumplen los sueños.
Pero, cuando crecemos ¿Dejamos se soñar?
Y aquí es donde me quiero detener hoy, porque para mi ese juego de la niñez y esos sueños son piezas fundamentales de mi vida. Porque ¿Por crecer dejamos de soñar? En el conformismo enterramos a esos niñ@s que fuimos y hace unos días leía una frase que me encantó, solo perderé la juventud cuando deje de soñar, así que me veo destinada a ser eternamente jóvenes porque renunciar a los sueños sería renunciar a la vida y eso sí que no estoy dispuesta a ello.
Así que aquí van algunos de los sueños que me siguen moviendo y hacen que esa pequeña Natalia siga viva en mi:
- Escribir un libro.
- Escribir mis obras de teatro.
- Debutar en un teatro como actriz, y porque no, ganar un Goya o un Max :)
- Sacarme el carnet de conducir y tener mi propio coche, eso si de color rojo.
- Viajar a Nueva York.
- Ser mi propia jefa.
- Hacer equilibrios en el yoga.
- Correr por dentro de El Retiro.
- Tener un perro y llamare Hércules.
- Montar un club de lectura , con bar y mini teatro.
- Aprender a hacer fotografías.
- Poder tener una página web, donde escribir mis espacios divididos por secciones.
- Que no me salga chepa.
- Hacer unas gachas y un cocido.
Estos 16 sueños son los primeros que me han salido pero si me parará a reflexionar me saldrían 16 mil más. Es cierto que en algunos de ellos interviene de forma muy directa el dinero, pero no importa porque soñar es ese salto de altura donde coges impulso y cuando saltas la valla, recuerdas el esfuerzo y sacrificio que has vivido, pero todo compensa porque lo has conseguido.
Yo nunca he dejado de soñar porque significaría dejar de vivir, aunque hay momentos en los que el antifaz se vuelve negro, pero siempre termino arrancándolo y dejando que mi yo pequeña, vuelva con sus sonrisas, con su imaginación en la que con dos cintas de VHS hacia un sofá para mis Barbies y con un peluche de un rinocerontes solo le daba la vuelta para que mi Pocahontas pudiera tener una cama donde dormir....
Si los sueños se acaban es como si acabará la vida, por lo que cuando cumplamos un de ellos, soñemos con 20 más y después de esos 20 otros 50 porque esos son lo que nos van a hacer levantarnos y luchar porque pese a muchas cosas, la vida es un viaje maravilloso.
No olvidéis ni enterréis la niño o niña que fuisteis.
Muchos besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)
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