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lunes, 19 de septiembre de 2016

Los últimos días de García Lorca: más que un libro

Hace cosa de un mes y medio, un primo de mi madre, bueno que tontería más grande acabo de decir, un primo nuestro, nos dejo un libro que él imaginaba nos iba a llamar la atención, porque a dos mujeres como mi madre y yo, que somos unas admiradoras del poeta Lorca y que nos invade la indignación y la rabia cuando pensamos en que la asesinaron.

Entonces ¿Cómo no leer un libro que muestra y testifica las últimas semanas de Federico?


Este libro, está considerado, junto con el de Agustín Penón, como le relato más ajustado, repleto de información y certera sobre las vicisitudes de las últimos días de Federico García Lorca hasta su fatal desenlace, su último mes de vida, su detención, encarcelamiento, traslados, las circunstancias que podemos saber sobre su ejecución.

Con un afán analítico y clarificador en cuanto a las posibles responsabilidades de los personajes implicados .

El autor aporta un caudal de documentación bastante incontestable entre cartas, comunicados, circulares, periódicos y una cuantiosa serie de entrevistas con todos los implicados, incluso con aquellos que hasta este libro se habían mantenido en un duro y pertinaz silencio.

Sobre quiénes estuvieron implicados, sobre la decisión de acabar son su vida, la relación de hechos y documentación que ofrece este libro es totalmente esencial para poder llegar a las conclusiones.

Pero, ¿Cuál es la verdad de la muerte del poeta? ¿Por qué le mataron? ¿Quién dio la orden de detención y de brutal asesinato? ¿Dónde está el cuerpo del poeta?

Este libro en una primera parte expone cuáles fueron sus últimos días para luego desarrollar mediante entrevistas a personas que tuvieron vinculación ya no solo con él sino con el entorno más cercano a él y a la gente que le apreso y mató, ir tejiendo lo que es su último mes de vida y lo que es más importante ¿Por qué?

Hace un año y pico la Cadena Ser hizo públicos unos documentos donde se compartía que había sido asesinado por masón, por ser simpatizante de Rusia y tener tendencias homosexuales... pero de verás ¿Esas fueron las razones?

Después de leer el libro creo que a Federico un hombre asustadizo, sin ideas políticas claras y con amigos de un lado y otro, fue víctima de una vendetta, de un juego cruzado en dónde su persona estuvo en medio y por desgracias pagó los platos para asustar o desmontar a otr@s.

Creo que Federico era un personaje incómodo para el bando nacional, es decir, el bando que había propiciado la guerra, porque era un señor cultivado y que tenía la cualidad y la sigue teniendo de hacer pensar a la gente cosa muy peligrosa para la derecha castrista y ultra católica de la época, pero es que la apresaron en casa de Los Rosales, familia muy conocida y falangista ¿Entonces, qué hay detrás?

Yo no me atrevo a decir lo que pienso aquí porque creo que es muy fuerte pero la lectura no deja lugar a dudas que algunos para adquirir notoriedad o un alto cargo, serían capaces de hacer las cosas más nauseabundas, y apuntarse el desagradable tanto de haber matado a Lorca era uno de ellos.

Un libro muy recomendable, muy fácil de leer, muy veraz, y en la que no se juzgan ideologías sino que se busca conocer y saber la verdad, en el que a través de cada entrevista se hace algo muy relevante, que es tejer nuestra propia opinión.


No podía despedir este espacio sin dejaros una poesía del maestro, del poeta, del señor, de Federico: Romance de la pena negra

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora, 
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.

Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a la sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondos.

Soledad ¿Por quién preguntas
sin compañía ya  estas horas?

Pregunte, por quien pregunte,
dime: ¿A ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco, 
mi alegría y mi persona.

Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las dos.

No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.

Soledad, que pena tienes!
Que pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agria de espera y de boca.

Que pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
Que pena! me estoy poniendo
de azabache carne y ropa.
Ay, mis camisas de hilo!
Ay, mis muslos de amapola!

Soledad: lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.

Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
Oh pena de cauce oculto!
y madrugada remontada!


Siempre que alguien lo lea, esos malnacidos que decidieron matarlo, solo le quitaron la vida, algo muy importante, pero nunca consiguieron robarnos su obra, su talento, su magia.

Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)


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