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jueves, 26 de noviembre de 2015

Ocho apellidos catalanes: humor, risa, amor, hipsterianos... y un gran señor llamado Karra Elejalde.


Dicen que las secuelas de las películas pueden ser peligrosas o bien porque las esperanzas puestas en ella sean muy amplias o porque al final no de lo que de ella se esperaba.

Yo que debo admitir que Ocho apellidos vascos no fue de todo mi agrado la primera vez que la vi, os debo admitir que el viernes cuando salí de ver Ocho apellidos catalanes, fue un no parar de reír y de recordar anécdotas de una de las películas con más humor y más gracia de nuestro cine patrio.


Las alarmas de Koldo se encienden cuando se entera de que su hija Amaia, tras romper con Rafa, se ha enamorado de un catalán. Decide entonces poner rumbo a Sevilla para convencer a Rafa de que lo acompañe a Cataluña para rescatar a Amaia de los brazos del joven y de su ambiente.

Pero quizás esta sinopsis no se corresponde con la realidad de la película..... dicen que en su primer fin de semana ha roto tanto las taquillas como que se ha aupado al número uno de la lista de películas más vistas ya no solo del fin de semana sino del año 2015.

RAZONES POR LAS CUÁLES NO PODER PERDERSE LA PELÍCULA:

- Porque reír es uno de los ejercicios más sanos que existen en esta vida, porque además de alegrarnos nos hace evadirnos de la realidad que nos rodea durante casi hora y media.

- Porque desde que empieza todo en ella es humor e inteligencia.

- Porque cuando los críticos de cine la critican, al público nos suele gustar.

- Porque nada como reírnos de nuestro tópicos y realidades para ver lo ridículas que pueden llegar a ser. Por ejemplo habla del tema de la independencia catalana y muestra lo absurdo que es darle más importancia.

- Porque alterna el humor con el amor y los sentimientos. Porque aunque muchas veces nos cueste sacarlos no significa que no sean igual de nobles o de importantes que de quienes lo dicen a boca abierta.


- Porque perderse a Karra Elejalde, es un delito, porque es el alma de la película, esa persona que te hace ya no solo disfrutar sino meterse cada vez más en una historia en la que el amor no se sabe sin vencerá.

- Porque la Sarda se merece pagar una entrada de cine, porque es colosal, maravillosa y tremendamente cruel y graciosa.

- Porque ese tándem Rovira-Lago es tan bonito, una explosión de amor, dulzura y contradicciones.

- Porque aunque a mi no me convenza Berto Romero está bien en su papel.

- Porque Carmen Machi no necesita halagos.

- Porque es un guión en mi opinión a veces flojo pero tan potente como mantener los ojos clavados en la pantalla.

- Porque Spain is different, y nuestro cine se merece este éxito y muchos más.

- Porque ambientar esta película en Cataluña solo lo puede hacer un gran cerebro como es el director del barco, Emilio Martínez Lázaro.

Y así un suma y sigue de motivos que solo se resumen en por favor ir al cine a verla, porque perdérsela es un delito....

Y como diría la Sarda Salut y Força al Canut rinconer@s.

Besos y hasta mañana :) :) :) :) :)

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