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lunes, 12 de octubre de 2015

Regresion: la decepción hecha película con un guiño hacia el satanismo y el miedo que no provoca.

Quizás las palabras del novio de mi prima describe de forma muy gráfica la nueva película de Aménabar "eran más las ganas que lo que realmente es".

A mi que hace años se me paró el corazón con la frase de "Me llamo Angela, me van a matar". Hace una semana el corazón se me quede tibio, frío, dolorido al ver que esa tensión, ese juego de escenas, personajes y música no la percibía desde que empezó la película Regresión.


Minnesota, 1990. El detective Bruce Kenner investiga el caso de la joven Angela, que acusa a su padre, John Gray, de cometer un crimen inconfesable. Cuando John, de forma inesperada y sin recordar lo sucedido, admite la culpa el reconocido psicólogo Dr. Raines se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos. Lo que descubren desenmascara una siniestra conspiración.


Fue el inquietante viaje a ninguna parte, porque la historia es buena, arriesgada y peliaguda pero no entiendes nada de ella, va navegando entre la poca cordura y ese poco miedo que tantas otras veces nos ha hecho sentir el director madrileño.

Para los y las amantes de Aménabar es una película que para nada puedes identificar con él, en cambio los que nunca hayan visto nada de él, pensarán que es trepidante y fuerte.

El juego y el misterio en el que se mueve es muy bueno, muy de él, pero a mi a la hora de ver la película me faltó esa sensación de que te debe faltar el aire cuando se trata el satanismo y ciertos ritos digamos "brutalmente crueles". Había una ligera inquietud pero no ese miedo que yo esperaba y deseaba.

Hay un Ethan Hawke que lo intenta y no llega y una Emma Watson que se queda parada, inactiva esperando que le llegue la luz divina o diabólica que la haga entrar y que el espectador entre con ella en el drama y la sugestión.

Un final flojo e inexplicable marcan una cinta que termina siendo un laberinto de pocas pasiones, eso sí con una frase inicial que el espectador o espectadora pasamos por alto y que termina siendo el factor determinante de la cinta.


¿Para cuándo otra Alejandro? ¿Vuelve?

¿Os la recomendaría? Pues para gustos colores y aunque para mi ha sido una película que va a pasar sin pena ni gloria por mi vida, a vosotr@s os puede parecer fascinante, vosotr@s elegís.

Deseando que hayáis pasado un puente estupendo me despido de vosotr@s hasta mañana donde casi todos los privilegiad@s vuelven a la rutina.

Hasta mañana rinconer@s :) :) :) :) :)

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