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sábado, 21 de febrero de 2015

La teoría del todo: "mientras haya vida hay esperanza".

No me canso de decirlo si por algo va a ver que recordar el 2014 es que ha sido con letras mayúsculas EL AÑO DEL CINE. En nuestro país la cuota de pantalla ha subido a unos niveles increíbles y ha habido y se ha creado un gran cine de calidad que ha llegado al espectador, demostrando éste su fe y confianza y sorpresa ante el cine patrio.

Pero es que en la denominada "meca del cine", el 2014 nos ha regalado muy buenas películas pero sobre todo unos papeles de esos que hacen que se te abran las carnes y te dejes llevar por las emociones de lo que estas viendo.

Porque si Michael Keaton me encandilo y Benedith Cumberbatch me enamoró (lo leeréis mañana), el otro día cuando vi a Eddie Redmayne en la Teoría del todo, os juró que sentí que perdía el equilibrio, vaya papel se marca el tío, digo yo que después de se habrá quedado a gusto, porque después de haber visto a Javier Bardem en Mar Adentro hace ya 11 años, no había vuelto a ver una forma de trabajar de esa magnitud, porque decir magistral se queda corta.


Esta película biográfica narra la relación entre el astrofísico, Stephen Hawking y su primera mujer, Jane en la época en que ambas lucharon contra la enfermedad degenerativa (ELA: esclerosis lateral amiotrófica) que le postró en una silla de ruedas hasta el momento.

Lo que es un biopic sobre el primer matrimonio de Stephen Hawking con su mujer Jane se convierte en el reflejo de los años de lucha por una vida normalizada del matrimonio.

¿Cómo no te vas a emocionar cuándo ves los reflejos y los rastros que la enfermedades va dejando en el cuerpo y la vida de Stephen Hawking?


Porque sí, te emocionas pero también hay momento de mucho humor, de mucha ternura y de mucho trabajo porque detrás de todas sus teorías y enseñanzas hay un terrible esfuerzo, porque aunque la vida no es fácil, si sufres ELA, ésta todavía es más complicada.

No es sólo el trabajo de Redmayne sino la forma valiente y cruda de hacerlo. Cada escena y plano suyo cuenta con seriedad y respeto de que está poniendo su cara, su cuerpo, piel y aunque Hawking no se creyente alma, a la vida sobre la silla de ruedas, a la vez no oída, a las caricias no dadas, a los pasos no dados, a los bolis no recogidos.


Su trabajo en mi opinión no solo se basa en lo que el ojo ve y el oído escucha sino en todo el curro anterior que ha habido detrás para ponerse delante de una cámara y dejar su huella y su trabajo en la historia del cine.

Le acompaña una dulce y fuerte Felicity Jones, y así paso a paso van tejiendo la historia de una vida, en la que no os voy a engañar te emocionas y te planteas ¿De verdad nada podrá haber en el futuro para evitar eso? Pero si es que a todos estos factores le acompañan los acordes de una delicada banda sonora y unos planos reales llenos de sinceridad, os digo que es un placer verla.

Y es que el amor de una pareja se puede agotar, pero el respeto y el cariño a una vida construida, a unos años complicados y a una familia creada siempre prevalece.

Espero que si la veis me contéis que os ha parecido y sino, no os lo penséis porque hay cosas en la vida que no se pueden dejar pasar, porque la magia del cine es algo inmenso y hoy me siento muy feliz de haberme sentado con vosotr@s y compartir este post.


Besos rinconer@s y como dice el señor Hawking mientras hay vida hay esperanza.

:) :) :) :) :)

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