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domingo, 7 de septiembre de 2014

Los puentes de Madison: una historia de AMOR en mayúsculas

Que casualidad que para esta semana en la que tenía preparado un precioso monólogo romántico de una de las películas más preciosas de la historia del cine: Los puentes de Madison.


Pues esta semana justamente se ha estrenado como os comenté el viernes otra película del mismo director: Clint Eastwood, cosa que no me extraña porque los genios nunca pasan de moda y las buenas películas son como el buen vino, con el tiempo mejoran.

Pero os lanzó una pregunta que os digo siempre que comparto monólogos preciosos... ¿Qué sería de una buena película sin un monólogo tremendo?

Pues esto es lo que voy a compartir con vosotr@s, un monólogo delicado, dulce, precioso, sensible, romántico :)

"Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alegría de mi... De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas... Y yo sigo lleno de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti... Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos... Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya".


 Y es que el amor llega cuando menos te lo esperas, a la edad en la que te preguntas ¿Y esto? y es que es injusto hay veces en la que las mujeres se han entregado tanto a su vida familiar: su marido, sus hijos, su casa... que se olvidan de ellas mismas, de lo que sienten, de su sexualidad... ¿Y es que las personas de una cierta edad no pueden tener sexo y disfrutar con él? Pues claro que sí.

Y esta película es un ejemplo de como una señora puede descubrir en el momento más inesperado de su vida de que el amor, los sentimientos, el romanticismo y la sensualidad nunca desaparecen, pero que prevalece ¿El amor o la familia?

¿Habéis visto las película? Para mi, es una de las películas más preciosas, más románticas pero a la vez más injustas que he visto nunca, porque renunciar al amor debe ser duro, pero y si ese amor nos acompaña el resto de nuestra vida aunque durará seis días????


La apacible pero anodina vida de Francesca Johnson, una ama de casa que vive en una granja con su familia, se ve alterada con la llegada de Robert Kincaid, un vetrano fotógrafo de la revista de National Geographic, que visita el condado de Madison (Iowa) para fotografiar sus viejos puentes.

Cuando Francesca invita a Robert a cenar, un amor verdadero y una pasión desconocida nacerá entre ellos.


Y que pasión, que dulzura, que sentimientos, que madurez, hay en cada fotograma de esa película, como Francesca abre las puertas de su corazón y de su vida en esta película.

Solo espero que nunca en nuestra vidas tengamos que renunciar al amor porque la vida sin él es mucho más triste y solitaria; pero ya no solo el amor de pareja, sino de amigos.

Y es que lo mejor que te puede pasar como dice la película de Moulin Rouge es que ames y seas correspondido!!!

Solo espero que si no la habéis visto la veáis y sí la visteis os volváis a dejar llevar, porque estamos ante dos grandes actuaciones de Mery Streep y Clint Eastwod!!!!!!!

Deseo que hayáis disfrutado de un bonito fin de semana y mañana nos vemos en este rincón, con más entusiasmo y más cosas que espero os gusten.

:) :) :) :) :)

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