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jueves, 7 de agosto de 2014

Shakespeare nunca pasa de moda y las tablas se engalanan para recibir a Otelo.

Nunca me cansaré de decirlo, Shakespeare es el mayor coetáneo de la historia del teatro mundial, sus obras y los temas que trataba en ellas, siempre están de moda: celos, amor, pasión, traición, guerras familiares por dinero o poder....

Volver a rescatar alguna de sus obras para el teatro siempre es un acierto, porque el público lo respalda y sobretodo porque creo que es un reto enorme para un actor subirse encima de unas tablas, establecer la cuarta pared y llevar las líneas de Shakespeare a su boca e interpretar esos personajes tan increíbles, tan reales, tan de carne y hueso.

Ahora uno de los valientes es Daniel Albadalejo que estará en el Teatro Bellas Artes de Madrid hasta el 14 de septiembre.


Otelo, general moro al servicio de Venecia, consigue el amor  y la mano de Desdémona, una noble veneciana, pero Yago, despechado porque Otelo ha nombrado a su lugarteniente a Casio y no a él, trama su venganza. Ante un ataque de los turcos, Otelo es enviado a Chipre y viaja con su mujer. En Chipre, Yago consigue que Casio se emborrache y pierda la confianza de Otelo. Y así se convierte en su oficial de confianza y empieza a insinuar que Desdémona le es infiel con Casio.

Otelo, es seguramente, una de las grandes obras más populares de William Shakespeare. Sorprende desde su aparición por su construcción dramática y la crudeza de su acción, por el moro, un extraño protagonista para una tragedia, y su particular bajada a los i9nfiernos: su transformación desde el guerrero impecable que celebra la dicha de un amor pleno al asesino enloquecido por las sospechas que acaba con su mujer y su propia vida.


¿Puede haber personajes tan increíblemente apasionantes, vengativos y salvajes?

Un cosa si os voy a decir Albadalejo que es el actor que da vida a Otelo, es un actor de teatro, de esos que cuando los ves dudas si lo que estás viendo en ese momento es realidad o es ficción, así que creo que además de no decepcionar va a sorprender y a gustar y que ese Otelo será difícil de olvidar para los privilegiados que tengan la suerte de verlo.

Animaros y dejaros llevar por la magia de William y por la magia del teatro, que es el mayor espectáculo del que puede disfrutar el mundo.

Besos rinconer@s y hasta mañana.


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