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martes, 25 de febrero de 2014

Que mejor regalo que una buena banda sonora: El secreto de sus ojos.

En el mundo del cine creo que uno de los factores principales para que una buena película sea una gran película es la banda sonora....

Y es que a los grandes amantes del cine si escucháis la banda sonora de Memorias de África, Desayuno con diamantes o por ejemplo La Guerra de las Galaxias no os viene la película a la cabeza....

Pero es que en la película de El secreto de sus ojos, la banda sonora es como la guinda del pastel a un buen postre:

 - Película dura, sentimental, directa, agonizante y con mucho que decir porque las miradas dicen muchos más que los actos.

- Un reparto que hace que desde el minuto 1 de la cinta te quedes hipnotizado con el cruel asesinato de una mujer joven en su casa.
Porque quién pone en duda que Darín es sinónimo de placer inmenso e intenso  en todo lo que hace

- Unas escenas al límite de lo imposible y la belleza, porque lo mismo es de un romanticismo delicado a un miedo y una sensación de vacío infinita.

- Con un giro de final que hace que hace que su cuerpo se quede de estatua y preguntándote ¿Pero esto es verdad?



Para despistados o quién no la haya visto os dejo un aperitivo y es que El secreto de sus ojos nos desplaza a la Argentina, años 70.

Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido treinta años antes, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años.

Si no la habéis visto de verás es una obligación disfrutarla porque además de todos los ingredientes que os he dicho, ese acento argentino es tan maravilloso y embelesador: y sí la habéis visto como yo volver a dejaros llevar porque yo cada vez que la veo descubro y admiró cosas nuevas.

Pero hoy de lo que me siento a hablaros aunque parezca mentira es de la banda sonora, que son como pequeños y deliciosos aperitivos, de los que por muchos que te pongan nunca te cansas.

Pues esta banda sonora es así, delicada, pequeñita, con fuerza, con sentimiento, con desgarre, con alma, con una dulzura y una crudeza que alimentan y acompañan a la película y para muestra un botón....


Preciosa y delicada ¿No? Yo oyéndola me transporto a esa estación de tren argentina y me inundo de la tristeza y la agonía que debe ser ver dejar a un amor detrás de los cristales de un vagón.

Como esta canción hay muchas así que desde aquí, desde este rincón os invitó a que os dejéis llevar por la música, por lo que esta provoca en nosotros sea cuál sea el sentimiento sin pudor y sin vergüenza, porque que una cosa en este caso la música que consigue emocionarnos, enfadarnos o miles de sentimientos más, es uno de esos regalos que la vida nos ofrece con su mano, así que cogerla y disfrutarla , disfrutarla mucho, no se si tanto como yo o menos pero aunque la aborrezcáis, eso ya es un sentimiento y con eso este espacio ha merecido la pena.

Pero antes de deciros adiós es imposible para mi, despedirme sin dejaros la que es para mi una de las mejores escenas del cine, que es la grabada en el campo del Racing de Avellaneda, una pasada...


Así que con la ganadora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa me despido hasta mañana rinconeros/as :)


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