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martes, 5 de febrero de 2013

Pablo Neruda a Miguel Hernández

La semana pasada compartí con vosotros mi debilidad del poema de Miguel Hernández Las nanas de la cebolla, hoy quiero dejaros un poema que escribió Pablo Neruda como sabréis poeta chileno, uno más influyentes del siglo XX, que quiso hacerle un poema a su amigo Miguel Hernández.


Espero que lo disfrutéis tanto como yo, porque como se diría en estos casos es pura poesía....

Llegaste a mi directamente del Levante. Me traías,
pastor de cabras, tu inocencia arrugada,
la escolástica de viejas páginas, un olor
a Fray Luis, o a azahares, al estiércol quemado
sobre los montes, y en tu máscara
la aspereza cereal de la avena segada.

También el ruiseñor en tu boca me traías.
Un ruiseñor manchado de naranjas, un hilo
de incorruptible canto, de fuerza desmojada.
Ay, muchacho, en la luz sobrevino la pólvora
y tú, con ruiseñor y con fusil, andando
bajo la luna y bajo el sol de la batalla.

Ya sabes, hijo mío, cuánto no pude hacer, ya sabes
que por mi, de toda la poesía, tú eras el fuego
                               azul.
Hoy sobre l tierra pongo mi rostro y te escucho,
te escucho, sangre, música, panal agonizante.

No he visto deslumbradora raza como la tuya,
ni raíces tan duras, ni manos de soldado,
ni he visto nada vivió como su corazón
quemándose en la púrpura de mi propia bandera.

Joven eterno, vives, comunero de antaño,
inundado por gérmenes de trigo y primavera,
arrugada y oscura como el metal innato,
esperando el minuto que eleve tu armadura.

No estoy solo desde que has muerto. Estoy con los que
                      te buscan.
Estoy con los que un día llegarán a vengarte.
Tú reconocerás mis pasos entre aquellos
que se desempeñaran sobre el pecho de España
aplastando a Cam para que no devuelva
                los rostros encerrados.

Que sepan los que te mataron que pagarán con sangre.
Que sepan los que te dieron tormento que me verán
                        un día.
Que sepan los malditos que hoy incluyen tu nombre
en sus libros, los Dámasos, Los Gerardos, los hijos
de perra, silenciosos cómplices del verdugo,
que no será borrado tu martirio, ni tu muerte
caerá sobretodo su luna de cobardes.
Y a los que negaron en laurel podrido,
en tierra americana, el espacio que cubres
con su fluvial corona de rayo desangrado,
dejame darles yo el desdeñoso olvido
porque a mi me quisieron mutilar con tu ausencia.

Miguel, lejos de la prisión de Osuna, lejos
de la crueldad, Mao Tse-Tung dirige
tu poesía despedazada en el combate
            hacia nuestra victoria.
            Y Praga rumorosa
construyendo la dulce colmena que cantaste.
Hungría verde limpia sus graneros
y baila junto al río que despertó del sueño.
Y de Varsovia sube la sirena desnuda
que edifica mostrando su cristalina espada.

Y más allá la tierra se agigante,
                la tierra
que visitó tu canto, y el acero
que defendió tu patria están seguros,
acrecentados sobre la firmeza
        de Stalin y sus hijos.
            Ya se acerca
        la luz de tu morada.
Miguel de España, estrella
de tierras arrasadas, no te olvido hijo mío,
           no te olvido hijo mío!
Pero aprendí la vida
con tu muerte: mis ojos se velaron apenas,
y encontré en mi no el llanto.
          sino las armas
          inexorables!

Espéralas, espérame.


Los pelos de punta tengo con este emotivo poema, espero que os haya gustado y que me diérais vuestra opinión.

Hoy, un día que he corroborado la inoperancia de la justicia, solo quiero avisaros que mañana tenemos entrevista, y una entrevista muy especial para mi, de un actor que aunque no sea muy conocido, eso no quita que su talento sea enorme......la sorpresa la dejamos para mañana.

Bueno rinconeros, muchos besos y hasta mañana.

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