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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Como segundo plato: Yerma

Es que es empezar a leer a Lorca y no poder parar, de verdad me siento poseída y me encanta poderlo compartir con vosotros, mi aventura lorquiana siguió después de Bodas de sangre con Yerma.


Este drama nos desarrolla una tragedia rural, en la que una campesina de nombre Yerma, frustada por no poder engendrar hijos con su marido, Juan.
La obra explora el conflicto interno de una mujer casada que anhela y busca infructuosamente ser madre, para sentirse una mujer completa. La tragedia de la protagonista es anunciada por su nombre y materializado por la posible esterilidad de su pareja. Juan, su esposo, no puede ni quiere engendrar hijos. El hecho de que Yerma maté a su marido, por impotencia, hace oficial su realidad y su tragedia. Sus convicciones morales no le permitían tener hijos con otro hombre que no fuera Juan, mientras éste viviera.

Como en todas las obras de Lorca, esta también tiene mucha simbología como el agua de lluvia y fuente que representa la fertilidad; el agua corriente y la leche que representa la esperanza que tiene la mujer de ser madre; flores que nos muestra la alegría de la maternidad...... muchos muchos símbolos.

Es una obra que nos muestra la verdad que se vivía antes, como la mujer era vista mal cuando no se quedaban embarazadas a lo poco de estar casadas, perecía que su una mujer no podía ser madre ya no servía para nada "estaba seca", que fuerte suena pero es que es verdad.

Leer el sufrimiento, la angustia y la desesperación de Yerma, te hace sentirte muy mal, más cuando te enteras que el que no puede es él, como la tiene encerrada en casa, y me planteo ¿para que no conozca a ningún hombre que le gusté? o ¿por miedo a qué se pueda saber la verdad de que el estéril es él?

Par mi es como Crónica de una crónica de una muerte anunciada, desde que empiezas a leer el libro y Yerma se encuentra con una mujer que la dice: "no puedo hablar", intuyes que es lo que se cuece y lo que pasa.

Una de las palabras de Yerma que más me gustan en el libro es:

"Tener un hijo no es tener un ramo de rosas.
Hemos de sufrir para verlos crecer.
Yo pienso que se nos va la mitad de nuestra sangre.
Pero esto es bueno, sano, hermoso.
Cada mujer tiene sangre para cuatro o cinco, y cuando no los tienen se les vuelve veneno, como me va a pasar a mí."

No es increíble, ella considera que todos los sufrimientos y todo merece la pena por tener un hijo entre tus brazos, porque es algo tuyo, y pienso que tiene razón, mi madre siempre dice, que un hijo es tuyo porque ha salido de ti, que su carne es tu carne...... pero no llevado a la locura.

O quizás después de leer este libro considero que Yerma quiere un hijo a toda costa, para no sentirse tan sola y abandonada como la tiene su marido, y al que sinceramente no quiere pues su padre la casa con él, y ella acepta porque no quedaba otra.

Que genial Lorca, y ahora os dejo que voy a seguir con mi maratón lorquiano..... ahora me quiero adentrar en la siniestralidad y dureza de Bernarda, si señor, La casa de Bernarda Alba.

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